No es fácil hablar de lo que sentimos, de nuestros dolores y nuestras emociones y mucho menos en el contexto empresarial
Pensamos que si lo hacemos, nos verán cómo personas débiles y vulnerables. Nadie quiere ser percibido de esta manera, mucho menos en los negocios.
Entonces… ¿Por qué deberíamos hablar de emociones en la empresa? (Aún más si somos familia empresaria)
1.Hablar de lo que sentimos les facilita a los demás comprender nuestro estado mental, nuestros pensamientos y comportamientos. Esto hace que haya más empatía en las conversaciones y decisiones.
2.Nuestra habilidad para expresar y comprender las emociones ayuda a gestionar los conflictos. Las emociones nos dan información útil para entender los intereses de la otra persona y abordar el conflicto de manera constructiva.
3.Hablar de emociones libera la presión, reduce el estrés. Al bajar la emocionalidad, nuestra capacidad para pensar es más clara y podemos considerar más alternativas y estrategias.
4.Hace que la transición generacional sea más fácil al poder hablar sobre las expectativas, preocupaciones, motivaciones y todo lo que conlleva.
Las emociones nos humanizan y humanidad es lo que deberíamos tener en nuestra empresa. Sobre todo si trabajamos con y para la familia.
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